Según un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (“WWF” por sus siglas en inglés), la superficie afectada por los incendios ha disminuido en un 21% respecto a los últimos diez años. Sin embargo, 2022 ha sido uno de los años donde más hectáreas se quemaron, más de 310.000 ha, un 40% más que en Europa. Esto es una muestra de que, a pesar de la reducción del número de incendios, estos son cada vez más agresivos y de mayores dimensiones. Como resultado se han incrementado los grandes incendios forestales (GIF), es decir, aquellos en los que arden más de 500 hectáreas.
Durante el primer semestre de 2023 se han producido cerca de 5.000 incendios. De acuerdo a los últimos datos de EFFIS, en lo que llevamos de año el fuego ya ha calcinado casi 70.000 hectáreas de superficie en España. En mayo de 2023 han ardido el triple de hectáreas que en el mismo periodo de 2022. Esto podría convertir a 2023 como el año en el que mayor superficie se ha incendiado en la última década.
Hectáreas quemadas por incendios forestales de enero al 31 de mayo de cada año. Fuente:Epdata.
¿Qué factores provocan un incendio?
La actividad del ser humano es uno de los principales motivos de la generación de incendios forestales. Un 60% de estos incendios están provocados por fuegos intencionados y un 20% por negligencias y descuidos. El porcentaje restante se atribuye a causas naturales entre las que destaca la amenaza de las altas temperaturas y la sequía consecuencia de las olas de calor.
Estas condiciones unido al cada vez más elevado despoblamiento rural, hace que se abandonen las técnicas agrícolas y de lugar a una cubierta vegetal seca. Como resultado, se incrementa el riesgo de incendios durante todo el año.
Medidas para gestionar los incendios
Entre las medidas que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) propone como guía para implantar una estrategia que defienda la ocurrencia de incendios, se encuentra:
- Gestionar el territorio rural para incrementar su resistencia y resiliencia a los incendios forestales, integrando prevención, extinción y desarrollo rural.
- Establecer líneas de acción que contribuyan a evitar o minimizar los efectos negativos. Por ejemplo, reforzando la protección civil y la vigilancia preventiva y disuasoria o aumentando la persecución del delito para la sanción y persuasión.
- Involucrar a las diferentes políticas sectoriales (política territorial, agraria, industrial y energética, medioambiental, educativa, judicial, urbanística y de gestión de emergencias) en la gestión del riesgo por incendios forestales.
- Adaptar los dispositivos de defensa contra incendios a los nuevos escenarios y reforzar la cooperación entre ellos.
- Profundizar sobre el conocimiento en incendios forestales e influencia del fuego en los ecosistemas.
- Fomentar la participación y la sensibilización de la sociedad en la gestión de los incendios forestales.
- Incorporar las mejoras tecnológicas que se van produciendo en materia de prevención y extinción de los incendios forestales.
Para recuperar el suelo tras un incendio forestal la tierra debe ser valorada y pasar un periodo de recuperación. En este proceso se deben realizar acciones de restauración de suelo por parte de personal técnico especializado. Si quieres realizar una obra de conservación de suelo y enriquecerlo para su posterior reforestación puedes contactarnos aquí.
