Entender qué es y cómo funciona la Conferencia de las Partes, el órgano supremo que toma las decisiones del Convenio sobre la Diversidad Biológica, a veces puede resultar complejo. Pero es clave hacerlo, tanto desde la ciudadanía como desde el sector privado. Estos últimos, además, tienen el reto de sumarse a estrategias que permitan enfrentar algunas problemáticas que impactan en la triple crisis climática. El problema es, ¿cómo hacerlo? Ese fue uno de los puntos claves del conversatorio ‘Colombia: Capital mundial de la biodiversidad COP16 ’.
En el espacio de discusión, expertos como Alberto Menghini, jefe de Cooperación de la Unión Europea en Colombia, resaltó que la sostenibilidad, más allá de la responsabilidad social, es un tema de competitividad. Los consumidores son cada vez más exigentes con las problemáticas asociadas a la compra de bienes, y eso ya se está reflejando en políticas de comercio, como la normativa que prohíbe la entrada de productos que generan deforestación a los mercados europeos.
“Esta normativa afecta, sobre todo, a los productores de palma, de café y de cacao. El tema es encontrar mecanismos que sean suficientemente ágiles y suficientemente accesibles. Por ejemplo, si soy un productor de café y quiero probar que no estoy deforestando, el reto es encontrar la forma en que yo pueda demostrarlo. Hay que decir que las tecnologías nos ayudan indudablemente. Probablemente la gente que no trabaja en el sector no sabe que en Colombia ya se exporta cacao o café libre de deforestación certificado a través de sistemas de trazabilidad basados en ‘blockchain’, que se da a conocer a través de imágenes satelitales. Eso, para alguien que no tienen familiaridad con el tema, puede sonar a ciencia ficción, pero en realidad son tecnologías muy accesibles y económicas que permiten a estas empresas posicionarse en un sector de mercado diferente”, señaló Menghini.
Por su parte, Gonzalo Andrade, profesor y director del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, señaló que una estrategia que le puede funcionar a muchas empresas son las donaciones a proyectos de ciencia que, posteriormente, son aplicables al 150% para las declaraciones de impuestos. Es decir, por cada peso donado las empresas pueden recibir 150 e incluso hasta 165 pesos para sus declaraciones fiscales.
Si soy un productor de café y quiero probar que no estoy deforestando el reto es encontrar una forma para que yo pueda probarlo y ahí hay que decir que las tecnologías nos ayudan indudablemente
“Una manera en que las empresas pueden ayudar a conservar todo lo que tiene el país es a través de un mecanismo. En Colombia, permite que las empresas puedan hacer donaciones en temas relacionados con la ciencia y la tecnología, donde si donan 1 peso se les certifica el 150% de la donación como exención tributaria. Otro mecanismo que tiene el Ministerio de Cultura es CoCrea, que permite que esa selección de donaciones se les condone hasta el 165% de excepción tributaria. Creo que ese tipo de mecanismos permiten que se pueda seguir conservando nuestra biodiversidad pero, además, que se pueda seguir investigando”, resaltó Andrade.
Mientras que Juan Carlos Sesma, fundador de CO2 Revolution, destacó que organizaciones como la suya permiten a las empresas que no tienen las capacidades (pero sí el interés de aportar), se sumen a la lucha contra la pérdida de biodiversidad a través de siembras de árboles y restauración de bosques mediante el uso de drones con trazabilidad.
“El 100% de los fondos que hemos obtenido provienen del sector privado. Concretamente de empresas que cada vez son más conscientes del tema del medioambiente, que aportan fondos para la investigación o que les ayudamos a reducir sus huella de carbono y, por tanto, sus costes”, destacó Sesma.
En cuanto a Bogotá, la Secretaria Distrital de Ambiente, Adriana Soto, enfatizó que el impacto que tiene la presencia de la biodiversidad en la competitividad es clave. Permite adaptarse al cambio climático y a otras problemáticas relacionadas con el ambiente y que indirectamente impactan en la ciudad, como la mala calidad del aire.
“Estamos trabajando en dos ejes claves: agua y suelo. Cuando combinamos nuestras estrategias en torno a esto, hay un incremento de la biodiversidad, una mejor calidad del aire y, por lo tanto, una mayor resiliencia al cambio climático, que es la gran apuesta como Distrito”, resaltó Soto.
Finalmente, Juan Camilo Pinto, asesor del Ministerio de Ambiente para asuntos de sector privado, resaltó que hoy existe una gran disposición de las empresas para sumarse a la lucha contra la pérdida de biodiversidad. Sin embargo, lo fundamental es que eso se materialice en acciones.